La acuicultura, que produce casi la mitad del pescado que consume la creciente población mundial, es uno de los sectores de producción de alimentos de más rápido crecimiento del mundo y contribuye decisivamente al suministro mundial de alimentos y al crecimiento económico.
El mercado mundial de la acuicultura está valorado en 204.000 millones de dólares y se espera que alcance los 262.000 millones de dólares a finales de 2026, según informó la Administración de Comercio Internacional de las Naciones Unidas.
Dejando de lado la evaluación económica, para que la acuicultura sea eficaz debe ser lo más sostenible posible. No es casualidad que la acuicultura se mencione en los 17 objetivos de la Agenda 2030; además, en términos de sostenibilidad, la gestión de la pesca y la acuicultura es uno de los aspectos más relevantes de la Economía Azul.
Para mejorar la acuicultura y hacerla más sostenible, la tecnología de los drones puede ser de gran ayuda.
Gracias a la inteligencia artificial es posible monitorizar diversos aspectos (calidad del agua, temperatura, estado general de las especies cultivadas, etc.), así como realizar inspecciones exhaustivas y mantenimiento de la infraestructura agrícola, gracias a los drones.

Acuicultura de precisión mediante drones, LIDAR y robots de enjambre
La adopción de la tecnología de IA en la acuicultura ha sentado las bases para una mirada al futuro de la industria, con una creciente tendencia a utilizar la tecnología digital para aumentar la producción y contribuir a mejores condiciones de vida para las especies cultivadas. Según informes, la IA se utiliza para monitorear y analizar datos de diversas fuentes, como la calidad del agua, la salud de los peces y las condiciones ambientales. Además, también se está utilizando para desarrollar soluciones robóticas de enjambre: implica el uso de robots autónomos que trabajan juntos para lograr un objetivo común. En la acuicultura, estos robots pueden utilizarse para monitorear y controlar la calidad del agua, detectar enfermedades y optimizar la producción. También pueden utilizarse para automatizar el proceso de cosecha, reduciendo los costos de mano de obra y aumentando la eficiencia.

Uso de drones:Equipados con cámaras y sensores, pueden monitorear granjas acuícolas desde arriba y medir parámetros de calidad del agua como temperatura, pH, oxígeno disuelto y turbidez.
Además de la monitorización, pueden equiparse con el equipo adecuado para dispensar alimento a intervalos precisos para optimizar la alimentación.
Los drones equipados con cámaras y la tecnología de visión computacional pueden ayudar a monitorear el medio ambiente, las condiciones climáticas, controlar la propagación de plantas u otras especies "exóticas", así como identificar posibles fuentes de contaminación y evaluar el impacto de las operaciones de acuicultura en los ecosistemas locales.
El diagnóstico temprano de brotes de enfermedades es crucial para la acuicultura. Los drones equipados con cámaras termográficas pueden reconocer cambios en la temperatura del agua, lo cual puede utilizarse como indicador de condiciones patológicas. Además, pueden utilizarse para ahuyentar aves y otras plagas que podrían representar una amenaza potencial para la acuicultura. Hoy en día, la tecnología LIDAR también puede utilizarse como alternativa al escaneo aéreo. Los drones equipados con esta tecnología, que utiliza láseres para medir distancias y crear mapas 3D detallados del fondo marino, pueden contribuir aún más al futuro de la acuicultura. De hecho, pueden proporcionar una solución no invasiva y rentable para recopilar datos precisos y en tiempo real sobre las poblaciones de peces.
Hora de publicación: 13 de diciembre de 2023